martes, 18 de agosto de 2009

La fotografía

Aun no se porqué, fue hace algún tiempo. De repente sentí la necesidad de ser fotografiada, de tener mi propio album. Tal vez fue el miedo a no reconocerme dentro de unos años, no se, pero lo decidí en un momento en el que sabía que una vez tomase la decisión no habría marcha atrás. A veces me cuesta un poco decidirme, pero soy lo suficientemente consecuente para que una vez tomada la decisión no haya vuelta atrás.

Nunca antes había hecho algo así, de modo que comencé a documentarme preguntando a alguna amiga o navegando por la red. Quería que mi album más personal lo hiciese una mujer, sabía que tenía que desnudar mi alma y con un hombre no me sentiría más cómoda.
Me habló de ella una amiga y la llamé por teléfono. Al parecer era una mujer bastante ocupada pero como tenía la recomendación de mi amiga haría un hueco antes del siguiente viaje.

Me dio la cita y cuando colgué sentí que los nervios me recorrían la piel. La verdad no sabía porqué, sólo serían unas fotografías. ¡Seré tonta!

Fuí a hurtadillas de mi mujer porque quería que el album fuese un regalo muy especial.

Llegó el gran día. No soy mujer de ponerme alajas ni maquillarme, de modo que decidí ser yo misma y no recargarme con adornos en los que no podría ser reconocida.

Me dirigí a su estidio intentando aparentar seguridad, pero, ¿por qué estaba tan nerviosa?
Me recibió en la puerta y me invitó a pasar. Parece profesional y es simpática, supongo que para que sus modelos no se sientan incomodas. Y lo consigue, me sentí mejor.

Me ofreció una cerveza y yo acepte con mucho gusto. Mientras la bebía le indicaba que era lo exactamente quería y ella parecía entenderlo perfectamente.
Hizo que me desnudara para observar mi cuerpo, no fue el momento más cómodo de mi vida pero no se me ocurría otro modo para que pudiese decidir que fotografiar, al fin y al cabo la artista es ella.

Hizo alguna fotos de prueba para comprobar la luz y me pidió que me tumbara en el sofá porque quería fotografiarme la espalda. Curioso, pensé, mi mujer hace tiempo que me hizo un poema (el mejor de los poemas) donde describía mi columna vertebral. ¡Sería perfecto!

Me tumbé boca abajo tal y como me ordenó y ella se sentó sobre mis piernas, comenzó a observarme atentame y entonces ocurrió algo que me dejó congelada, sí, es verdad, no supe reaccionar, me dejé llevar, pero es que yo en toda mi vida me relajo y en ese momento deseé hacerlo, no quise evitarlo.


10 comentarios:

  1. Ninguna imagen puede ser tan torrida como una historia bien contada en palabras.....UFFFF.... Que calor....

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  2. Ayyyyy Juliette, Juliette... que a estas horas de la mañana una no puede estar viendo estas cosas, ni leyendo estas cosas, ni... vamos a dejarlo que me voy a la ducha. Perra!
    ajajajajjajajaj

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  3. yo, es que me he quedado sin palabras...

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  4. La Queli, calor si que hace sí. Je.

    Cris, se lo que te afectan estos videos, lo siento. Je, je.

    Sakura, @_@ je, je, je, je

    bea, ya era hora, digo..., ya te recuperarás mujer. jejejejejejejeje

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  5. Yo también me he quedao sin palabras...
    Menos mal que 'B' está de vacaciones si no me la comía ahora mismo con los ojos.......... ^^

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  6. Bueno estarás a tiempo de ahcerlo cuando vuelva.

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  7. ya sé que BCQ pero es que vas a coger frío con la espalda al aire tanto tiempo, no crees que va siendo hora de BCQ un poquito.

    digo yo, eh¡

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  8. Y bien que hiciste en no evitar nada.... Gracias por pasarte por mi blog, un saludo.

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  9. A veces evitamos demasiadas cosas en la vida, que está, precisamente, para no evitarlas... filosofía bollovillera, o lo que es no decir nada, pero dándole muchas vueltas... jajaj.

    Gracias por tu visita!

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