Cambio de filosofía (a ver cuanto dura)

Creo que me lo voy tomando con filosofía o tal vez tenga un buen día, no sé.

Harta estoy de mediocres que aparecen en las reuniones sin nada preparado, sólo con su persona. Tal vez sea más que suficiente, yo soy tan extraña que dedico mis horas laborales para preparar reuniones de la misma índole, pero entiendo que no somos iguales, qué le vamos a hacer.

Que la reunión consta de cuatro puntos, pues nada yo voy con mis cuatro puntitos preparados, el resto, se quedan en el segundo. Normal, si es que a mí me falta experiencia, los demás sobrados de ella lo llevan todo en la cabeza y no necesitan preparárselos.

Tengo tanto que aprender.

Que la reunión incluye un único punto, no importa, allí va Kathy con el puntito preparado.
Llegan los invitados, ¿y ahora qué? ¿quién empieza? las cabezas se giran, los cuellos se alargan, los ojos me miran. Seré tonta, pero si la única que tiene preparada la reunión soy yo.
Nada, nada, un lapsus, ya empiezo, perdonen ustedes.

Comienzo mi exposición, todos me miran, todos parecen atenderme y a todo dicen que sí. Alguna ventaja tendrá que tener. Claro que siempre te puedes encontrar con uno (y digo bien), que crea que durante mi exposición puede intervenir para dar su improvisada opinión. Opinión que por poco preparada suena vacía. Con el tiempo he aprendido a dejarles hablar e improvisar. Resulta espeluznante ver cómo la gente es tan atrevida.

Un día cualquiera de mi vida, lo normal es que hubiese llegado a casa enfadada, muy enfadada, pero mira, hoy no. Hoy me puede más el,



Porque estoy convencida, lo valgo, y no, no es que me quede poco por aprender, sería si no tan aburrido, es que me hastía ver tan poco amor por el trabajo y tanto por el ya lo hará otra.

Tan difícil es ser profesional...