lunes, 10 de agosto de 2009

ito, cín y la Reina de África

En el primer día de mis vacaciones me noté un bulto en el pecho y tuve claro que pertenezco a los que han nacido para trabajar (en general enfermo cuando comienzo las vacaciones, en general, no siempre).

Hoy he salido del médico con un completo, lo del pecho -parece un quiste-cín (de 1,5cm), no hay que preocuparse- y además tengo -un polip-ito que no es nada-.
Por el lenguaje me temo que este hombre o fue pediatra o piensa que las mujeres somos unas histéricas o puede incluirse en el círculo más selecto del Barrio de Salamanca.
Esto último va a ser seguro.

De momento no estoy preocupada y es que hacerlo antes de tener resultados me parece gastar energía de forma gratuíta.

Gracias a esto me entero de que soy una hierática. Si mi mujer lo dice...

Día completo, por la tarde nos hemos ido al Parque de Atracciones. Lo adoro, adoro los parques de atracciones y Madrid tiene recursos.

Hemos elegido un buen día poca gente y poco calor. Al final he convencido mi mujer (al fin y al cabo yo voy con ella al ballet o eso dice) y una vez más no se ha arrepentido. Nos lo hemos pasado como enanas. Y es que no hay mejor cosa que tener una hermana mayor a la que también le gusten los parques y una sobrina que los adora. Mi cuñado estaba un poco perjudicado y así es un poco más aburrido, pero ha aguantado cómo un campeón.

Volver al parque me obliga a recordar las veces que de pequeños nos llevaban mis padres.

No puedo evitarlo, es que es entrar por la puerta y se me pone una sonrisa y un buen rollo que no se me van hasta que salgo.
Dentro estaban A. y C. y al verlas, ellas ye tenían esa mirada brillante que pone la ilusión de las pequeñas cosas.

A pesar de llegar un poco tarde nos ha dado tiempo para todo lo que queríamos hacer.

Hemos probado la nueva montaña rusa. Desde la espera no promete nada pero una vez arriba he comprobado que el nombre que le han puesto le va muy bien (Vértigo).

A partir de aquí ha habido de todo, atracciones para C., a ninguna nos importa montarnos con ella, atracciones de agua, montañas rusas (yo tengo un límite, pero a mi hermana y a mi mujer no hay quien las pare, aunque al final no se atrevieron con Abismo).

Además de las atracciones, lo mejor de todo es ver como C. abre los ojos expectante, ríe de felicidad, narra lo que ha pasado durante su viaje de forma nerviosa, anda sin perder la esperanza de encontrar otra atracción y por supuesto nos recuerda que hay que cenar.

Para el final dejamos un clásico, La reina de Africa. Mi mujer y yo nos montamos siempre.
No es gran cosa pero en sus paredes se encuentra uno de mis recuerdos favoritos en el parque.

Entramos mi madre, mi padre, mi hermano mayor (12 años), mi hermana pequeña (3 años en brazos de mi padre) y yo (8 años). Hay que conocer la atracción, pero casi al final se encuentra un cilindro gigante que gira y por el que tienes que pasar andando intentando no caerte.

Primero pasó mi hermano , como pudo pero pasó, luego lo hizo mi madre, a continuación pasé yo (pues no es tan complicado pensé) y finalmente mi padre se quedó congelado mirando a mi madre.

Mamá, -venga pasa que estás formando cola-
Papá, -no lo veo claro-
Mi hermano y yo, -es fácil, no es para tanto-
Papá, -pero como lo hago?-
Mamá, -anda en diagonal y a favor del giro-
Mi hermano y yo, -eso, eso-
Papá, -que no, que no puedo, que me voy a caer con la niña-
Mamá, -hay que ver-, suspira, cruza hasta donde está mi padre, coge a mi hermanilla no sin dificultad y vuelve a repetir la operación. Cruza sin problemas.

Mamá, -ya está ya puedes-
Papá, -no se, no se-
Una cola interminable detrás de mi padre, gritos de padres y niños que estaban detrás (el suelo se mueve y está oscuro), -oiga por favor, cruce de una vez-
Las personas un poquito hartas le apartaban y pasaban.
Mamá con menos paciencia y voz más alta, -pero ¿quieres pasar ya?-
Mi hermano y yo, -¿te ayudamos?-
Papá, -no, ya voy-
Y fue, y por supuesto se cayó al cilindro en movimiento, y mi hermano y yo intentando levantarle, y mi madre con mi hermanilla gritando improperios (que no palabrotas), y mi hermano y yo muertos de risa sin fuerzas para levantar a ese hombre muerto de risa también. Hasta que se puso de rodillas y no se cómo, consiguió salir.


Todavía lo comentamos, no es para menos. Y es que mi padre no era ni manitas ni piecitos, pero era un gran tipo con un gran sentido del humor.

Ahora sólo me queda convencer a mi hermana y a mi mujer de que vayamos a la Warner la última semana de agosto, que tengo descuento. Es que ahí además hay superheroes.

4 comentarios:

  1. Vaya día más fantastico, aparte del médico, claro. A mi tambien me encantan los parques de atracciones y me lo pasé genial en la Warner, la pena es que el contrario tiene vértigo y no se monta ni en lo de los bebes y me da cosa estar pasandomelo guay y él mirandonos....
    Aunque lo que más ilucion me haria es ir a un Aquapolis, debe ser la leche.... pero lo dejaremos para más adelante.

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  2. ostras¡ de vacaciones?

    desayunamos?

    puedes traerte a tu chica (es que lo de mujé me suena no sé "rancio")

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  3. La Queli, a un aqualung quisiera ir yo, pero no consigo convencer y para ir sola, pues no apetece.

    Bea, ¿de vacaciones? que va, por eso fuimos por la tarde.

    ¿Desayunar? por lo anterior imposible (uf, menos mal porque no se me ocurre más que hablar de los problemas de mi trabajo, de peluquerías, de tiendas, de recetas, de que combina con qué y lo mismo te aburro)

    A mi no me suena rancio, nunca a sido mi chica, me suena poco serio.
    Rarezas, ya ves.

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  4. ves? es que las mujeres sois malas, muy pero que muy malas¡¡¡

    ;-)

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